Abarca proviene de Sancho Abarca, primer Rey de Aragón. Cuenta la tradición que un caballero del linaje de Guevara, encontró muertos por los moros, a los reyes de Navarra, Don García Íñiguez y su esposa Doña Urraca Jiménez Infanta de Aragón que se hallaba encinta y por la herida salía la manita del niño que llevaba en sus entrañas, pudiendo con grandes cuidados, salvar al Infante que estaba por nacer; al que puso por nombre Sancho, teniéndolo escondido hasta que fué proclamado Rey.
Este Infante Don Sancho, fué conocido por Abarca a causa del tosco calzado de abarca que llevaba. Empezó a reinar en los años 905 y casó con doña Toda, con la que tuvo cinco hijos: Primero, García Sánchez, a quien dejó el gobierno su padre, mientras luchaba contra los moros y que reinó treinta años; segundo: doña Ximena, o Urraca, según algunos autores, casada con Don Alonso I de León; tercero; doña María, casada con el Ret Ordoño; cuarto: doña Teresa, casada con Don Ramiro II de León, y quinto, doña Blanca, o Velasquita, según otros; casada con don Nuño, Conde de Vizcaya.
Don Lorenzo Abarca Sáinz, Señor de Gabín, nacido en Jaca en 1624, presentó documentación para ingresar en la Orden de Santiago, aunque falleció sin que se le despacharan las pruebas. Don Fernando y don Francisco Abarca y Castroverde, naturales de Madrid, ingresaron en la misma Orden en 1670.
Este Infante Don Sancho, fué conocido por Abarca a causa del tosco calzado de abarca que llevaba. Empezó a reinar en los años 905 y casó con doña Toda, con la que tuvo cinco hijos: Primero, García Sánchez, a quien dejó el gobierno su padre, mientras luchaba contra los moros y que reinó treinta años; segundo: doña Ximena, o Urraca, según algunos autores, casada con Don Alonso I de León; tercero; doña María, casada con el Ret Ordoño; cuarto: doña Teresa, casada con Don Ramiro II de León, y quinto, doña Blanca, o Velasquita, según otros; casada con don Nuño, Conde de Vizcaya.
Don Lorenzo Abarca Sáinz, Señor de Gabín, nacido en Jaca en 1624, presentó documentación para ingresar en la Orden de Santiago, aunque falleció sin que se le despacharan las pruebas. Don Fernando y don Francisco Abarca y Castroverde, naturales de Madrid, ingresaron en la misma Orden en 1670.
Sus armas: En campo de gules, dos abarcas de oro, pareadas.
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