No todos los grandes linages han de proceder de reyes y príncipes: el de Cabeza de Vaca reconoce por primitivo tronco a un humilde pastor llamado Martín Alaja, a quien enobleció el rey Don Alfonso IX en el año 1212, el motivo de esta real gracia lo refieren de varios modos los autores, en vista de los cuales damos aquí la idea que hemos formado. Parece que en uno de esos azares que tan frecuentes son las guerras, Martín tuvo ocasión de prestar señalado servicio al rey y a su ejército en unas montañas desiertas y escabrosas, donde poco tiempo antes, los lobos habían devorado algunas de sus vacas, cuyas cabezas se veían esparcidas por el suelo; agradecido el rey, tomó de ellas ocasión para premiarle y consolarle, dándole el apellido Cabeza de Vaca en memoria de su desgracia, y concediéndole la hidalgía en premio al celo y lealtad con que le había servido.⠀
Las armas de este noble linage son: Escudo jaquelado de oro y gules, bordura de azur y seis cabezas de vaca, de plata.⠀
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El texto anterior es tomado de la obra “Reinos y Señoríos de España” de Francisco Piferrer.⠀
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